Os quiero contar un momento muy especial para mí.
Hace unos meses se puso en contacto conmigo Belén. A su madre siempre le había gustado mucho tejer con agujas y se entretenía regalando chaquetitas de bebé a familiares y amigos.
La madre de Belén, Asun, falleció hace poco tiempo y su recuerdo estaba muy vivo. Ordenando entre sus cosas se encontró con una chaquetita azul y blanca a medio empezar. Con sus 90 años continuaba tejiendo. Estaba algo rozada por que últimamente no veía demasiado bien, hacía y deshacía y luego le pedía a su hija que le cogiera los puntos que se le escapaban.
Estaba guardada con sus agujas algo torcidas de sujetarlas fuertemente entre sus brazos y sus imperdibles, y eso le emocionó mucho, así que decidió que alguien debía terminar su última chaquetita de bebé, su chaquetita azul y blanca.
Concerté una cita con ella y mi hermana, Charo, que es la que realiza los trabajos de punto. Nos pareció una idea preciosa y nos encargó el trabajo de acabar la chaquetita azul y blanca, con todo el cariño y la delicadeza que el trabajo requería, partiendo de la carga emocional que llevaba
Se nota algo rozada en la parte de la espalda y los puntos algo irregulares, pero de eso se trataba, que estuvieran las ultimas vueltas que hizo Asun, la madre de Belén.
Este es el resultado, la entrega ha sido tan emocionante como la primera cita. Belén nos trasladó todo su agradecimiento y supimos que habíamos cumplido el último sueño de Asun.
Con las lanas que sobraron Charo hizo unos patucos. Los patucos eran la asignatura pendiente de Asun, ya que no conseguía que le quedasen bien y la emoción en su hija no se puede describir con palabras.
Espero que cada vez que vea la chaquetita y los patucos recuerde a su madre sentada en su silla tejiendo con sus agujas.
Muchas gracias, Belén, por haber compartido con nosotras este momento tan emocionante y personal.